Los tacones son un básico en el armario de cualquier mujer. Este tipo de calzado no sólo estiliza la figura, también ayudan a levantar los glúteos y ejercitar los músculos de nuestros muslos y pantorrillas, a la vez que ayudan a mejorar la postura corporal.
Pero hay algunas veces que usar tacones nos mata porque tenemos que llevarlos todo el día y no resulta nada sencillo.
Sin embargo, existen decenas de trucos que harán que quites el miedo a esos preciosos stilettos que aún no te has atrevido a lucir. Aquí te proponemos remedios infalibles.
1. METE TUS TACONES EN EL CONGELADOR
puede sonar extraño, pero es una de las mejores soluciones para evitar las rozaduras. De esta manera, suavizaremos su piel, con lo que los roces serán menores o inexistentes. En el caso de que tuvieras mucha prisa 15 minutos en el congelador bastan.
2. TALCO
Otro remedio el uso del talco. Éste es especialmente útil en verano, ya que, debido al calor, los pies sudan más y necesitan transpirar, para aguantarlos mejor.
3. USA CALCETINES
Puedes usar tus calcetines como si fueran plantillas para hacer mucho más suaves los zapatos, que su forma no esté tan rígida y no te lastimen.
4. HIDRATA BIEN TUS PIES
La crema hidratante es esencial para poder lucir unos lindos pies. Si tu piel está seca, será más expuesta a las rozaduras y ampollas, por lo que es recomendable cuidar esta parte de tu cuerpo aplicando crema.
5. PONER CINTA ADHESIVA
Debes juntar tu segundo y tercer dedo con cinta adhesiva para evitar que la hinchazón llegue a tus pies.
6. ZAPATOS CON PLATAFORMA
Los zapatos con plataforma reducen la sensación de altura en tus pies, por lo que, aunque lleves un tacón de infarto, tu cuerpo no lo percibirá igual. Cada vez son más las firmas que se decantan por el diseño de este tipo de calzado y más mujeres las que lo eligen.
7. CIRUGÍA
La cirugía también ha encontrado un posible remedio. Menos casero y más extremista que los anteriores, es el injerto de grasa en el talón, procedente de otra zona del cuerpo como el vientre o las nalgas. Esta grasa crea un efecto almohadilla en la planta considerablemente duradero. Además, la operación tiene una duración de sólo una hora y se realiza con anestesia local.
8. AGUA TIBIA Y SAL
Es inevitablemente que después de un día largo en tacones tus pies no esten cansados. En ese caso, lo mejor para ayudarlos es sumergirlos en agua tibia con sal, para bajar el hinchazón de pies y tobillos y darles el descanso que se merecen.