Un hermoso caballo, a sus 22 años, lleno de vida, con excelente estado de salud, aunque un poco cansado, tuvo una ceremonia de despedida con honores bien merecidos.
Un hermoso caballo, a sus 22 años, lleno de vida, con excelente estado de salud, aunque un poco cansado, tuvo una ceremonia de despedida con honores bien merecidos.
Capricho, el nombre del equino, siempre concursó en los torneos dejando el alma y corazón, resolviendo de cualquier forma cada obstáculo que saltaba junto a su amazona Ángela, ¡un corcel con mucha valentía!
Gracias por ser mi maestro, mi guía y mi gran amigo.