Ah, la modernidad y sus dilemas. Salvo en la prehistoria y en algunos lugares remotos del planeta en los que la subsistencia depende del esfuerzo de las personas, el sedentarismo es una norma generalizada y prácticamente globalizada de la vida contemporánea. Para el grueso de los seres humanos ya no es necesario pasar hasta días enteros rastreando a una presa o recolectando durante horas sus alimentos. Ahora todo depende de la rutina, de la paga de fin de mes y de una visita al supermercado. Pero para eso hay que invertir el tiempo en algún puesto de trabajo, un espacio físico que mantiene a las personas prácticamente estáticas, sedentarias. Largas jornadas bajo el yugo de los deberes que hay que cumplir, lo que se traduce en pasar mucho tiempo sentado.
Pero es necesario aclararlo, aunque luce más que obvio: estar sentado es de las peores cosas que puedes hacer tu salud. Cerca de ocho horas, cuatrocientos ochenta minutos y varios segundos son los que una persona promedio pasa sentada normalmente en su trabajo. Y durante todo ese tiempo tal vez sigue sin conocer los efectos que puede llegar a tener semejante rutina en su cuerpo.
Si perteneces al grupo de los sedentarios de la vida moderna, con una jornada laboral estándar que implica en la mayoría de los casos permanecer pegado a tu asiento frente a tu ordenador incluso cuando llega la hora de comer, seguramente te sentirás identificado. En todo caso, el cuerpo necesita ejercitarse y estar en constante movimiento para mantenerse saludable. Un estilo de vida tan sedentario termina por atrofiarlo. ¿Qué le ocurre al cuerpo cuando pasamos mucho tiempo sentados? Conoce las consecuencias antes de que sea demasiado tarde.
1. Tu cerebro comienza a tener problemas para oxigenar correctamente. Es decir, le cuesta mucho más trabajo concentrarse y poner las ideas en orden. En vez de ahorrar energía, en realidad te hace improductivo.
2. La falta de estiramiento hace que tensas el cuello, lo que provoca dolores y cansancio en la zona. En casos extremos se pueden generar algunas lesiones.
3. Lo mismo ocurre con los hombros, a la larga sufrirán cansancio y tu postura no será la adecuada.
4. Disminuye el colesterol bueno y se eleva la presión arterial, por lo que aumentan las posibilidades de padecer problemas cardiacos.
5. ¡Ojo con esta, mujeres! Los glúteos se aplanan y achatan debido a la poca estimulación física.
6. Los huesos se ablandan y pueden generar dolor y pérdida de fuerza. En casos extremos presentan fragilidad.
7. Estar mucho tiempo sentado no favorece a la circulación, lo que ocasiona la aparición de celulitis y/o varices.
8. El sedentarismo está directamente relacionado con la diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 o diabetes gestacional.
9. Debido a la poca o nula actividad física eres más propenso a subir de peso.
10. Aumentan las posibilidades de una muerte prematura en un 40 %.
La realidad es que eres tú el que no puede esperar para hacer una pausa y estirar tus músculos un poco, no sólo tendrás un mejor rendimiento laboral y tendrás muy satisfecho a tu jefe, también evitarás algunos estragos en tu salud y mejorarás la calidad de vida.
Te recomendamos practicar actividad física entre semana. No hay pretextos, si lo tuyo no es el deporte de contacto, no te preocupes. Existen otras alternativas, como caminar o ir en bicicleta al trabajo, preferir siempre las escaleras y estirarte cada cuarenta y cinco minutos para ir por agua, café o sacar copias; descansarás los ojos, estirarás tu cuerpo, las ideas fluirán y aumentarás tu productividad.
Por Marcela Molina