

Consume jengibre
Los beneficios de este ingrediente son demasiados, así que es probable que quieras añadir este alimento a tu dieta diariamente. Está comprobado que la raíz de jengibre puede ayudar a la desinflamación del estómago, previene las náuseas, puede llegar a reducir el colesterol y mejora el funcionamiento cerebral. Lo puedes consumir en forma de té después de la cena, o incluso masticarlo un poco.
Practica una serie de estiramientos
Estirar es la mejor forma de liberar la tensión que se genera en el cuerpo durante el día. Algunos ejercicios como el yoga pueden llegar a mejorar la digestión, ya que promueven el flujo de la sangre.
Recuerda que cualquier tipo de estiramiento después de cenar debe de ser muy suave, lento y corto (cinco minutos bastan para conseguir que tu cuerpo pueda relajarse, antes de dormir).

Medita
Calmar nuestros pensamientos siempre es una de las técnicas más efectivas que podemos hacer para dormir mejor. Aunque no lo creas, meditar puede ser efectivo para tu estómago porque nos permite aliviar el estrés físico que existe en nuestro cuerpo.
Si eres una de esas personas que sufre de dolores estomacales por nervios, esta puede ser la mejor medida para que tu sistema digestivo esté relajado a la hora de dormir.
Come ciruelas pasas
Entré los múltiples beneficios de las ciruelas pasas está un alto contenido de fibra y potasio, lo que significa que comerlas en una buena cantidad logrará que tu estómago se encuentre más saludable.
En caso de que necesites un contenido de fibra más alto, puedes mezclarlas con otros granos y cereales que también promuevan el movimiento digestivo. Además de todo, las ciruelas pasas ayudan al cuerpo a producir melatonina, una hormona que favorece al sueño.

Cena en un horario determinado
Como sucede con cualquier hábito, nuestro cuerpo se acostumbra a hacer lo que hacemos todos los días. Es por eso que si mantienes un horario estricto a la hora de cenar, los órganos en tu sistema digestivo se acostumbrarán a funcionar mejor durante la noche.