Hemos elaborado un listado de los errores más comunes a la hora de usarla con el fin de que podamos detectar esos fallos y no cometerlos de nuevo ahora que volvemos al trabajo, al gimnasio, etc.
- Las manos son el transporte idóneo para las bacterias ya que están en contacto con un gran número de superficies llenas de patógenos, por eso descuidar la higiene de las manos cuando manipulamos nuestra mascarilla es el error más común. Antes de ponerse y de quitarse la mascarilla, se deben desinfectar las manos correctamente bien con jabón o con gel hidroalcóholico.
- Quitarse la mascarilla para hablar es otro de los errores más habituales. Está demostrado que la mascarilla no interfiere en el volumen de la voz.
- Se debe de respetar el tiempo de uso de cada tipo de mascarilla, siendo los correctos: para las quirúrgicas de 4 horas (y en el caso de las fabricadas por lamasQ, 8 horas y después lavar).
- Es importante que la mascarilla proteja bien tanto la nariz como la boca. El error consiste en no cubrir la totalidad desde el puente de la nariz hasta la zona de la barbilla.
- Llevar la mascarilla demasiado holgada o muy ceñida, para tener la sensación de comodidad, es también un mal uso generalizado. Esto conlleva que se creen zonas desprotegidas en los laterales de la boca y nariz, y por tanto haya peligro de emitir y absorber bacterias y virus mediante la saliva.
- Almacenar de forma incorrecta la mascarilla cuando no está siendo usada, pues no guardar la mascarilla en el lugar adecuado conlleva que se pueda contaminar y perder su función.
- Elegir tejidos y materiales que no ofrecen una correcta protección, impiden respirar o que dificultan la correcta transpiración de la piel nos produce dermatitis.
- Es vital lavar este complemento adecuadamente después de su uso o bien desecharlo si así se requiere.