Titulada Earth, esta colección de Giorgio Armani comenzó con los trajes de territorio más cultivados y cuidados por el diseñador, dos de ellos, de luto, y luego marrones, antes de aventurarse hacia un clímax lleno de referencias tanto minerales como vegetales (pero no animales: esta casa ha estado libre de pieles desde 2016). Antes de los rápidos río arriba, comenzó con un plácido crucero a través de una lujosa ropa de día utilitaria, incluyendo un pantalón de paracaídas con cremallera de seda azul marino combinado con una chaqueta de cuero marrón en el frente y con hombros azules. También había una sección de atractivos bolsos de calamar con textura.
Los colores definitorios –griego y azul marino aparte– eran verde malaquita y rosa halita, y gran parte de los giros de organza enrollados e intensos adornos de cuentas tenían una espontaneidad orgánicamente cultivada para ellos.
Esta fue la segunda presentación, después de la ropa masculina de este verano, que Giorgio Armani ha realizado en su propiedad del Palazzo Orsini. La intimidad del lugar y la luz del día que inunda su patio nos obligó a volver a ver el trabajo de un diseñador que ha sido tan escudriñado a lo largo de los años. Desde el pelo hasta los bolsos, pasando por el alto nivel de aventura en la ropa, este espectáculo llevó a cabo ese escrutinio con éxito.
