El hecho de ser la modelo mejor pagada del mundo ha permitido a la joven de 23 años volver a tomarse un respiro de la pasarela americana por segundo año consecutivo y disfrutar como espectadora.
“Es mucho más relajante no tener que trabajar, eso es verdad, pero tampoco voy a mentir: hoy lo estoy echando mucho de menos. Estaba viendo a las chicas desfilar y me he quedado pensando: ‘Vaya, yo también quiero desfilar’”, reconocía ayer a la revista Vogue tras ver el desfile de primavera-verano 2020 de Longchamp.
La modelo ha tenido problemas de ansiedad en el pasado y confesó que se ponía muy nerviosa durante los shows, lo que la obligó a renunciar a desfiles en ocasiones anteriores; pero también dijo que con el tiempo ha aprendido a controlarlo y a sentirse bien con ello.
Sin embargo, sí estará presente en la Semana de la Moda de Milán, que tendrá lugar del 17 al 23 de septiembre. La modelo es una habitual de la pasarela italiana junto a sus amigas Gigi y Bella Hadid.