Tener buenos hábitos de belleza es sinónimo de conocerte a ti misma, además de que ayuda a verte y sentirte más segura de ti, y por supuesto, ayuda a prevenir los daños causados por la edad o por malos hábitos.
Tener una rutina de piel establecida. Toda mujer debería de haber puesto suficiente atención a su piel para poder definir la manera en la que reacciona y cómo actúa. Toda mujer debería tener sus básicos para aplicar de día, y por supuesto otros específicos para la noche. EL skincare es la base de cualquier rutina de belleza y maquillaje.
Tener una rutina básica de maquillaje establecida y saber cuáles son tus productos o fórmulas clave. Saber cómo maquillarte día a día, de una forma sencilla y que productos utilizar es la clave para agilizar la rutina de cualquier mujer y resaltar sus mejores facciones, toda mujer debería saber qué es lo que más le favorece diariamente y tener establecida una sencilla, pero personalizada rutina paso a paso.
Desmaquillarte, limpiar el rostro y humectarlo antes de dormir, siempre. Esto es un mandamiento para todas. Además de remover impurezas y brindarle nutrientes y humectación a la piel, durante la noche las células se regeneran y se encuentran más activas, por lo que necesitan oxigenarse, al no desmaquillarte y prepara tu piel para dormir, las células se oxidan y comienzan a envejecer.

Aprender a cuidar tu pelo. A esta edad, la mayoría de las mujeres han experimentado con colores, texturas y cortes. Ahora, incursionar en el mundo de prueba y error tiene una sola regla: respetar los márgenes de experimentación en cuanto a la textura y color de pelo natural se refiere. Toda mujer debe identificar el tipo de pelo y cuero cabelludo que tiene y trabajar sobre eso para evitar errores catastróficos y lo más importante, poder establecer una rutina de cuidado y limpieza