
Los mitos sobre el cabello, como que debemos cambiar de shampoo cada 3 meses para que la fórmula siga funcionando, que hay que cepillarlo 100 veces al día para que brille o que al arrancar una cana salen muchas más, pero hablando del crecimiento.

Tratamientos a base de colágeno
Existen varios tratamientos tópicos intensivos de colágeno que prometen reactivar el crecimiento del cabello, tales como mascarillas de salones de belleza, shampoos, sueros y más. La verdad, es que la molécula del colágeno es demasiado grande como para penetrar por vía tópica y, por lo tanto, esta teoría se queda siendo solo un mito.
Lo mismo pasa con la piel y aquí, una dermatóloga experta nos explica por qué las cremas con colágeno no funcionan en la cara ni en el cabello.
Cortar el cabello para que crezca más rápido
Puede parecer que al cortar el cabello se recupera el largo y grosor, pero lo cierto es que solo es un efecto visual, ya que al quitar las puntas maltratadas o abiertas, desaparecen las hebras divididas o el pelo fino. Además, el corte de puntas no interviene en el proceso de crecimiento que se da en el cuero cabelludo.
“Realmente no existe un corte como tal. Lo más importante es acudir con tu estilista para hacerte un buen corte, utilizar producto profesional en casa y visitar el salón cada mes para aplicar tratamientos profundos”
Eso sí, un corte regular te permitirá tener un cabello más saludable y sin puntas abiertas.

Pastillas anticonceptivas en el shampoo
Hay un montón de personas que recomiendan agregar pastillas anticonceptivas molidas al shampoo para que los estrógenos, las hormonas de estas píldoras, aceleren el crecimiento del cabello y así nazca más grueso. Sin embargo, no existen estudios que comprueben su efectividad, puesto que los activos de estos medicamentos no están hechos para que el cuero cabelludo los absorba. ¡Descarta este remedio por completo!
No olvides que la aplicación de ciertos medicamentos no siempre es eficaz y debe ser supervisada por un experto.
Raparte todo el cabello
Se cree que afeitar toda la cabeza favorece el crecimiento del pelo (y ayuda a que nazca más grueso y oscuro), pero al igual que en el corte, es un efecto visual por la forma en que se rasura, o se que realmente no hace crecer el cabello.
Healthline señala que una vez que el cabello sale de la piel, sus células ya no están vivas y que cuando afeitas, estás cortando el vello muerto, por lo que es imposible que esto afecte su color, grosor o tasa de crecimiento.
Además, al rasurarte el cabello tú misma corres el riesgo de provocar irritación, picazón y cortes en el cuero cabelludo, así como tendencia a desarrollar dermatitis o espinillas.