
El aguacate es una fruta rica en ácidos grasos y en vitaminas B, C, D y E, por lo que es infalible incluirla en nuestra dieta diaria y en mascarillas para la cara y cabello , con el fin de aprovechar sus beneficios al máximo.
Sus propiedades para la piel y melena, así como los sorprendentes beneficios del aceite de aguacate en tus mascarillas para cara y cabello. Además, Te compartiremos nuestras recetas mejor guardadas para transformar tu belleza.
BENEFICIOS
Adiós a las puntas abiertas
Los nutrientes del aguacate tienen la capacidad de sellar las cutículas del cabello para retener la humedad y acabar con la molesta orzuela. ¡Es una maravilla! Además, al conservar la cantidad de agua en las fibras capilares, el frizz desaparece y el pelo se vuelve más manejable.
El aguacate es un potente anti-aging para el cabello, por lo que también previene la aparición de canas

Ayuda al crecimiento
Si estás en busca de una melena extra-large, el aguacate es un must para fortalecer el pelo, evitar el quiebre y prevenir la caída, gracias a sus proteínas vegetales. Así pues, sus vitaminas y minerales consiguen activar la circulación en los folículos capilares para favorecer el crecimiento.

Suavidad y brillo
Los óleos naturales del aguacate funcionan como un acondicionador capilar para suavizar, rejuvenecer y proveer de un brillo saludable a la cabellera, ¡sin dejar un aspecto graso! Lo mejor, es que su uso es ideal para todo tipo de melenas, desde las más maltratadas hasta las que solo necesitan un poco de luz.
De vez en cuando sustituye tu acondicionador tradicional, por una mascarilla de aguacate y aceite de oliva, para presumir melenaza radiante y sin poros.
Para que tú misma compruebes los inmediatos beneficios del aguacate, te proponemos un par de mascarillas altamente efectivas para cara y cabello.
Restaura el cabello
Machaca la pulpa de un aguacate y agrega dos cucharadas de aloe vera y una cucharada de aceite de coco en estado tibio. Aplica en todo el pelo húmedo después del shampoo, deja actuar durante 25 minutos con una toalla caliente en la cabeza y retira con abundante agua. Por último, coloca un acondicionador para que todas las propiedades se conserven en las cutículas.