¿Conoces los beneficios de usar un gel íntimo todos los días?

Pensar en el gel íntimo como un producto de uso esporádico en lugar del imprescindible para la higiene diaria que realmente es, es solo una de las muestras de que la salud vaginal sigue sin ser una prioridad para muchas mujeres; pese a ser, en palabras de la doctora Sabban-Sarfati, ginecóloga-obstetra, especialista en problemas de la menopausia y en particular de la sequedad vaginal, “un entorno extremadamente frágil, hormonalmente dependiente de los estrógenos». Motivo por el que la especialista alerta sobre la importancia de recurrir al gel íntimo a diario.

¿Qué función cumple gel íntimo?

El principal motivo por el que la doctora Sabban-Sarfati recomienda utilizar siempre este producto de higiene íntima es para no destruir el equilibro de los lactobacilos, unas bacterias que habitan la flora vaginal, actuando como barrera protectora frente a todo tipo agresiones, y “cuya fragilidad puede derivar en picores, una infección, micosis o que la aplicación de tratamientos fracase».

Y no, cuando habla de gel íntimo no se refiere a cualquier jabón corporal sino a una fórmula específica creada para responder a las necesidades de esta parte del cuerpo, ya que “los jabones pueden ser agresivos para la mucosa vulvar; es importante utilizar un producto suave”, aclara. Precisamente el principal criterio a la hora de elegirlo es que tenga un pH neutro, “para no alterar el pH ácido de la vagina, que es una protección”. En este sentido, advierte: “Existe un mercado de geles íntimos que dicen ser alcalinos y no son recomendables porque alteran el pH naturalmente ácido”. Y recomienda decantarse por fórmulas producidas de forma orgánica, ”que hayan sido estudiados previamente, no agresivos y de fase neutra, que respeten el equilibrio de la flora».

¿Cómo se usa?

El modo de empleo también es importante: “El gel íntimo debe aplicarse fuera, en la vulva, y no entrar en la vagina, no sirve para nada ponerlo dentro de ella. Es útil para la limpieza de la zona vulvo-vaginal y rectal y hay que recordar aplicarlo de delante hacia atrás”, explica la doctora Sabban-Sarfati. 

En paralelo, también recomienda complementar el cuidado con la ayuda de probióticos. “Es lo que protege los lactobacilos y la flora vaginal; pueden ser ingeridos (cápsulas orales) o administrados localmente (óvulos para poner en la vagina). Es bueno que los geles íntimos puedan contener probióticos”, señala. Especialmente después de la menstruación, porque suele ser un periodo en el que la micosis reaparece.

“Cuando no hay infección, los probióticos ayudan a mantener el equilibrio. Cuando las pacientes padecen picores, ardores, micosis recurrentes, además del tratamiento específico que establecerá el ginecólogo, se ha demostrado mediante estudios científicos que es útil utilizar probióticos para reforzar la eficacia del tratamiento”, asegura Sabban-Sarfati.

También durante la menopausia

Como experta en este proceso, la doctora explica que uno de los síntomas de la menopausia es que la mucosa vaginal se vuelve fina, pierde su elasticidad, su hidratación, se vuelve seca y, por extensión, más susceptible a las infecciones. “Las mujeres tratadas con terapias hormonales sustitutivas para la menopausia experimentan menos molestias, pero pueden seguir experimentándolas. Las mujeres que no reciben tratamiento tienen más probabilidades de sufrir molestias, ardor vaginal y dolor durante el coito. Es muy útil en este momento utilizar geles íntimos de pH neutro que protegen el pH ácido de la vagina y la hidratan. Siempre hay que aplicarlos en la vulva, no en la vagina”.

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