Cabelleras lacias por todos lados. De pronto, en 2006, muchas personas usaban melenas lacias y extra largas. Casi nadie se enorgullecía de sus ondas o de sus rizos, todas recurrían al pelo alisado. Las personas se hacían tratamientos químicos y las planchas se vendían por doquier. Pero, ¿sabes qué define un cabello lacio? No, no es la actitud ni la manera de llevarlo, hablamos de la composición de la piel y el cuerpo, que definen que un cabello sea lacio u ondulado. El folículo piloso puede ser plano, ovalado o redondo. En el primer caso, el cabellos será liso, en los otros dos será ondulado.
Así, que el cabello sea lacio dependerá en gran medida de los folículos que la genética te haya heredado. En la actualidad, así como el cabello se puede hacer rizado o lacio con ayuda de productos químicos y calor, la cirugía se ha hecho popular entre aquellos que quieren modificar la forma de su pelo desde la raíz. Así, recurrir a los transplantes o micro injertos.
La cirugía sólo abrirá los folículos y en ellos insertarán cabello nuevo, que en realidad son vellos que crecen en otros lados de cuerpo como la nuca y la unión entre la espalda y el cuello. Unas vez que los recolectan, los insertan en cada poro o folículo y lo cierran, así, irá creciendo hasta formar de nueva cuenta una caballera abundante. Pero la forma de los poros en donde nace el cabello no puede ser cambiada.
Así que sólo podemos resignarnos a la manipulación física y manual de la composición de nuestro cabello. Sin embargo, también dentro de la manipulación, éste puede ser modificado sin ser dañado y lo mejor es que no hay que usar grandes y costosos productos.
Usa el cepillo correcto
Elige los de madera o con fibras naturales, los metálicos sólo crearán electricidad y el cabello se esponjará. De igual manera, no elijas cepillos con muchas fibras o harán esponjarán tu melena como la de un león.
No al calor
Desde la ducha, lavarlo con agua caliente podría dañarlo. Las altas temperaturas, así vengan del clima, los productos eléctricos o el agua, desquebrajan el cabello y lo vuelven débil, además de que lo debilitan y provoca la caída desde el cuero cabelludo. Refuérzalo usando agua tibia o fría.
Hidrátalo
No basta con beber abundante agua, debes hidratarlo directamente con cremas para peinar y acondicionador. Éste genera una capa de cera que lo protege de los cambios de clima y del frizz.
Calor moderado
Si vas a usar calor, es mejor que no lo hagas saliendo de la ducha. Permite que tu cabello seque naturalmente y entonces, aplica un protector y enseguida, alísalo con plancha o secadora a niveles no tan elevados de calor.
Protector solar
Al igual que la piel, el cabello necesita ser protegido del sol y la contaminación. Existen algunos productos que ayudan a protegerlo; son, literalmente, protectores solares capilares. Úsalos, eso evitará el daño y la caída.
Usa tratamientos
Existen algunos tratamientos con queratina y vitaminas naturales. No dudes en usarlos. Usualmente son baratos y ayudan no sólo a la protección del cabello, sino a al crecimiento y fortalecimiento de cada pelo.
No lo descuides al dormir
Usa fundas de almohada de telas suaves o satinadas o por muy duro, algodón. Si se frota en texturas duras, se cae, se abren las puntas y se daña. Usa telas amigables con tu melena.
El corte
Conforme crece el cabello, más peso recibe en las puntas, por lo que entre más largo el cabello, más lacio será o más aguantará el alisado. Pero también el peso aumenta y con ello, el desprendmiento de los cabellos, uno a uno será más normal. Entonces, para evitar el peso innecesario, se recomienda cortarlo asimétricamente o en punta, eso repartirá el peso en toda el cabello y la caída será menor.
El cabello lacio, ondulado, largo o corto merecen todos los cuidados posibles, no importa cuál tengas. Mantenlo limpio e hidratado. Tomar agua es el primer paso, lavarlo frecuentemente y usar algún tratamiento, es también una gran ayuda para mantenerlo sano y no perderlo antes de tiempo.
Por Diana Garrido